Ábrelo.
No tengas miedo y tira del manillar, abrirás un cajón de sueños, locuras, canciones, risas y lágrimas mezclados sin orden alguno...
Descubrirás mi mundo, unico e irrepetible al igual que el tuyo, un mundo lejano y cercano, normal y extraño, alegre y triste, silencioso y musical, enorme y a la vez tan pequeño que cabe en un cajón...

20/4/07

Paseo bajo la lluvia... sin lluvia

¡Hola! Les traigo un nuevo relato que escribí hace poco, tenía la idea de escribirlo desde una tarde aburrida con Yvonne... A ella va dedicado, cómo no :P


–Julia…
–¿Qué quieres?– le respondí con fastidio. ¿Por qué la plasta esta siempre me molesta cuando estoy tranquila? No entiendo porqué tiene que ser mi hermana.
–¿Quieres dar un paseo bajo la lluvia?– ya vuelve con sus estupideces… Hay que ver, ni siquiera está lloviendo y quiere dar un paseo bajo la lluvia. Seguro que se cayó de la cuna cuando era un bebé, porque para ser tan tonta…
–A ver, niña, ¿no ves que no está lloviendo? Y déjame ya en paz, que tengo un examen muy difícil, tanto que tu suspenderías con un cero –eso la molesta muchísimo, ella siempre saca buenas notas y odia que le digan que puede suspender un examen. Claro, sus exámenes son de escribir las letras, así cualquiera. Con seis años yo también sacaba sobresalientes…
–Pero está nublado. Sólo tenemos que imaginar que está lluviendo. Es muy fácil –qué raro, no se ha enrabietado… Pero sigue siendo tonta, no sabe ni hablar como una persona normal. Y hay que ver que ideas se le ocurren, ¡imaginar que está lloviendo! Cada día está peor la renacuaja de las narices.
–María, no voy a ir contigo, tengo que estudiar y no puedo perder el tiempo, ¿vale? Así que ahora lárgate y no vuelvas.
–Pe… Pero… –uy, me pasé. Ahora va y pilla una de sus rabietas, se pone a llorar y toda la culpa es mía, como siempre. Empiezo a odiar esto de tener una hermana pequeña.
–Lo siento, lo siento, no quería decir eso –me acerco a ella y la abrazo, a ver si así se calla–. Venga, tranquila, no llores… Ahora voy contigo a pasear, ¿vale? Espera un momento a que busque el impermeable –los niños pequeños siempre se salen con la suya, son odiosos. Y no sé ni siquiera para qué voy a coger un impermeable, si es que no cae ni una gota… Parece que soy su mascota personal, capaz de hacer todas las chorradas que se le ocurran, y también de cuidarla y darle de comer… Es patético, ¿cómo he llegado hasta este punto?
Salimos las dos de casa, con impermeables, abrigos y un paraguas cada una. Estamos haciendo un ridículo tremendo. Bueno, más bien yo lo estoy haciendo, porque ella parece disfrutar de todo lo que hace… Me subo la bufanda hasta los ojos, para que nadie me reconozca, y le digo a María que no me llame por mi nombre.
–María, me sé un juego muy divertido, ¿quieres jugar?
–¡Sí! Me encantan los juegos.
–Mira, yo soy un agente secreto, y para que los enemigos no sepan quién soy me tengo que cambiar el nombre y taparme la cara. Mientras estemos fuera me tienes que llamar Guadalupe, ¿lo entiendes? Es muy importante, porque si los malos descubren quién soy me matarán.
–¡Vale! ¿Yo me puedo cambiar el nombre? Tampoco quiero que me maten.
–Claro, a partir de ahora te llamarás Mónica.
Ya habíamos llegado al parque, y yo traté de convencerla de que no fuésemos a la zona infantil, allí seguro que alguien nos podría reconocer.
–Guadalupe, abre tu paraguas.
–¿Por qué?
–Porque está lloviendo, ¿no sientes las gotas?
–Mónica, estás loca. No llueve.
–Ya sé que no. Pero imagina que llueve. Imagina que están cayendo gotas de agua en tu cara. Imagina cómo caen del cielo, cómo te dan un golpe frío en la piel cuando menos te lo esperas. Sólo tienes que imaginarlo –desde luego, está loca perdida. Ojalá funcionase eso de imaginar algo y que se hiciese realidad. Entonces imaginaría estar en alguna playa desierta, calentita, no con este asqueroso tiempo–. ¿Lo estás imaginando? –bueno, lo intentaré, no creo que pierda nada por hacerlo.
Cierro los ojos y me concentro, recuerdo la última vez que llovió, el tacto congelado de las gotas de agua, cómo suenan los golpes de la lluvia en los cristales de los coches… De repente, siento una gota que cae en mi cara. ¿Lo he imaginado, o realmente está lloviendo? Otra gota. Y una más. En pocos segundos llueve con fuerza, y agradezco haberme traído todos estos abrigos. Abro el paraguas y me bajo la bufanda, ya no hace falta que me tape porque nadie me mirará mal, y además me empezaba a costar respirar.
–María, tenem-
–¡No me llames así, nos descubrirán los enemigos!
–Los enemigos se derriten cuando se mojan, están todos muertos. Ya ganamos. Tenemos que volver a casa, está lloviendo. Vas a coger un resfriado.
–¡Pero yo no quiero! ¡Me gusta estar bajo la lluvia! –estúpida niña, si se pone enferma la culpa también sería mía. La agarro por el brazo con fuerza y la arrastro de vuelta a casa, corriendo. Teniendo que agarrarla a ella, no puedo sostener el paraguas, y lo cierro porque de poco me sirve. La lluvia golpea mi cara, con fuerza; estoy empapada. El agua recorre mi rostro y me refresca, creo que me empieza a gustar a mí también. Sigo corriendo todo lo rápido que puedo, esta niña no se quiere dejar llevar…
Veo una silueta conocida, es Silvia, la pija de mi clase. Pero no lleva paraguas ni abrigo, y camina tranquilamente. Esta también es tonta de remate, ya lo sabía desde hace tiempo, pero ahora queda demostrado científicamente. Cuando nos encontramos, me dice:
–Hola, ¿por qué corres tanto? ¿Y por qué llevas ese impermeable? –es idiota, o está ciega y le funciona mal el sentido del tacto. Tiene cada pregunta…
–Normalmente cuando llueve la gente se abriga e intenta no mojarse.
–Exactamente, cuando llueve. Ahora no cae ni una gota.


Espero que les guste. Y les dejo también las fotos de una rosa de abalorios que hice ayer, me pasé toda la tarde encerrada en mi cuarto... El tallo quedó algo feo, pero supuestamente había que hacerlo con cinta floral verde y yo no tenía, asi que tuve que pegarle un papel por encima.
http://item.slide.com/r/1/70/i/C6lv3aXg6D_V325aTY3TNIYYmVz-VLNv/

2 comentarios:

Cazadora de estrellas dijo...

¡Hola! Ya llego a tu nuevo blog para comentarte como siempre ^^. Bueno, me ha parecido un relato muy bonito, de verdad. Creo recordar que al principio hay alguna que otra falta de ortografía, a no ser que me hayas pegado tu mala memoria...
Pienso que tu relato quiere llegar a enseñarnos muchas cosas, como por ejemplo que a veces las ocurrencias de los niños son maravillosas y que con un poco de imaginación se pueden llegar a conseguir muchísimas cosas. Y respecto a la pijita de la clase, aunque en realidad no estuviera lloviendo, serguro que es tonta también xD (aunque hay alguna excepción, no te digo que no).
Cambiando de tema, tu flor de abalorios es muy muy bonita, a ver cuando se te ve el detalle y demuestras un poco de generosidad con tu vecina...

¡Un saludote Briseidi!

Anita

Haila dijo...

Hola Laura!!
Si no sabes quien soy, deberías leer tu correo de msn :D
En fin, decirte que tu historia me ha gustado muchísimo y que como dice Ana, nos enseña muchas cosas.
Y es cierto que a medida que pasa el tiempo, la imaginación se va evaporando si no hacemos por conservarla.
Bueno, que ya sabes que estoy encantada de volver a leerte, y que ahora no tengo mucho tiempo,pero te pondré un comentrio más largo, más adelante...

Un saludo!!

Haila XD