Ábrelo.
No tengas miedo y tira del manillar, abrirás un cajón de sueños, locuras, canciones, risas y lágrimas mezclados sin orden alguno...
Descubrirás mi mundo, unico e irrepetible al igual que el tuyo, un mundo lejano y cercano, normal y extraño, alegre y triste, silencioso y musical, enorme y a la vez tan pequeño que cabe en un cajón...

24/9/07

Papel de forrar

¡Hola! Hata hace poco estaba alegre y feliz sin razon aparete (es lunes O.o). Solo hasta hace poco, porque con mi felicidad y mi alegrí había escrito una laarga entrada de discusiones entre yo y mi subconsciente que había quedado divertida (eso creo) y otras cosas que ya no tengo mucho tiempo de comentar *Conciencia de Lau* Lau, sabes perfectamente que pasarás horas frente al ordenador... ¿para que negar lo evidente? *Lau*a ver, conciencia, tengo que lavar los platos y hacer muchas tarea, ¿si dejas de meterte donde no te llaman? *CdL*: Lau, bonita, el tiempo que pases en el ordenador me llama mucho porque tu eres yo y yo soy tú, aunque no quieras. *Lau* si, por desgracia tienes razon... ¿por qué siempre tienes razón? *CdL* porque yo, al contrario que tú, digo cosas con sentido... a ver cuando empiezas a hacer lo mismo. *Lau* sub, sabes que yo no tengo sentido comun, ni sentido del ridiculo, ni sentido de la orientación ni ningun tipo de sentido (hasta el sentido de la vista lo tengo mal... malditas gafas T.T)asi que no me pidas que diga cosas con sentido, por favor. *CdL* yo solo te aconsejo lo mejor para ti... *Lau* ya está, pareces otra vez mi madre, ¿me vas a dejar en paz un rato? *CdL* ojala pudiese tomarme unas vacaciones, pero por desgracia estamos unidas para siempre... Eh, vosotras! Sí, si, las lectoras que ven nuestras discusiones de lejos partiendose de risa, es a vosotras. ¿Y si me relevais un rato? Así me puedo ir un tiempo al caribe a disfrutar sin esta loca... ¡Me tiene estresada! *Lau* no le hagais caso, no necesito a nadie que me cuide, no soy un bebe *CdL* eso habra que verlo... lo de que no necesitas que te cuiden, ya se que no eres un bebe ¬¬ *Lau* eso espero...

Bueno, sin quererlo han sido testigos de otra de nuestras extrañas conversaciones... Y, bueno, a lo que iba, hoy me siento generosa y os dejo otro relato. Un par de cosas que aclarar: a l@s fans de James Blunt, no tengo nada en contra de vosotr@s ni pretendo ofender a nadie, pero cada cosa tiene su limite y ayer yo lo sobrepasé sin quererlo T.T Y... a ver, he cambiado los nombres, pero casi todo lo que ocurre es veridico y todas las personas que aparecen existen de verdad. Y, aunque esté contado en 2ª persona, a la que le ocurre es a mí. Bueno, os dejo el relato. No lo disfruteis, simplemente reid.


Te sientas y miras con horror la pila de libros que hay sobre el escritorio y, con más horror todavía, miras los rollos de papel para forrar libros que hay a un lado. Amador, pone repetidas veces en el papel que protege el lado adhesivo. Te preguntas quién será ese tal Amador, si fue él el que inventó la grandiosa tarea de forrar libros, porqué lo hizo y, sobre todo, si él estará forrado de billetes de tanto vender papel para forrar. Recuerdas las pesadillas de otros años, no quieres ni pensar en lo que se te viene encima. Pero ya sabes de sobra que no puedes evitarlo, que esta tarea la tienes que hacer porque sí, aceptarla quieras o no. Y no quieres aceptarla.
Te sientas, coges el primer libro del montón: religión. Bueno, no tengo por qué esforzarme tanto, piensas, solo lo usaré una vez a la semana, puede quedar feo. Te haces un hueco y calculas cuánto debe medir el trozo de papel adhesivo, luego lo cortas. Pones la pila de libros en el suelo, dejas el de religión a un lado y separas el plástico pegajoso del papel que lo envuelve. Mientras lo haces, el plástico se enrolla sobre sí mismo pegándose de manera que parece imposible deshacer ese lío. Pero tú lo consigues, tirando con fuerza y dejando tus huellas dactilares por toda su superficie. Así nadie me lo podrá robar, porque nadie tiene las mismas huellas que yo, piensas para consolarte.
Extiendes el papel sobre la mesa… con el lado adhesivo hacia abajo. Genial, ahora además de forrar los libros forro la mesa, te dices maldiciendo tu estupidez. Lo despegas dando un tirón con todas tus fuerzas. El plástico está hecho un desastre, pero tienes que aprovecharlo, porque son muchos libros.
Ahora sí que lo colocas bien. Coges el libro y pones el lomo en el lugar que calculas que es el centro del papel, aprietas bien fuerte. Poco a poco, bajas la contraportada del libro, haciendo que se pegue al maldito plástico. Cuando llegas al final, le das la vuelta a ver que tal ha quedado. Genial, lleno de burbujitas de aire atrapadas entre el adhesivo. Haces lo que puedes por empujarlas hacia fuera, pero sólo consigues empeorar la situación, porque el papel se arruga, formando bultos de plástico alargados.
Sin pensarlo dos veces, das otro de esos tirones, y vuelves a empezar, por el mismo método que llevas haciendo durante años. Esta vez funciona. No quedan burbujas, pero las marcas de tus dedos, de la mesa y del mismo libro en el plástico hacen que el resultado se estropee. Genial.
Doblas lo que sobra de plástico hacia dentro y lo pegas sin grandes problemas. Luego repites toda la operación con la portada, procurando que quede mejor, y sorprendentemente lo consigues (a pesar de las huellas que ni siquiera el más novato de los ladrones dejaría). Pero mientras contemplas tu obra de arte, encuentras el defecto: has olvidado pegar la etiqueta que ponía tu nombre. Genial, ahora me robarán el libro, te lamentas. Bueno, siempre lo puedo escribir por dentro… Además, sólo es el libro de religión, casi ni lo usaré. Para relajarte, pones la radio. Suena “1973” de James Blunt, y coges el siguiente libro.
Con este decides cambiar de método, porque es el de lengua, que verás casi a diario, y no quieres estropearlo. Forrar… ¿Quién habrá inventado eso? Odio forrar… Aquí se forran todos: los libros, los que venden los libros, que cuestan una millonada… Todos menos yo. No, decididamente, esta no es tu idea de tarde ideal. Sólo despegas hasta la mitad del papel, y colocas el libro frente a ti. Pegas el plástico sobre el lomo, y separas los dedos con mucha dificultad, porque ya se te han empegostado y otra vez tienes un papel doblado y con marcas. 1973 te pone de los nervios. Muerdes el extremo del papel, mientras bajas poco a poco la cabeza y con las manos vas pegando el plástico lentamente, sin dejar ni una sola burbuja. Te alegras, y empiezas a bajar más rápido, pero entonces una arruga enorme atraviesa la portada. Genial. Para colmo suena el teléfono.
-Hola, ¿qué tal?- es tu amiga Paula, a la que su madre le forra todos sus libros.
-Hola… Ahora mifmo… No muy mien… Bafanfe liada.
-¿Y eso?
-Eftoy forrando lof librof…
-Pues yo tengo suerte, como me los forra mi madre… -estás a punto de matarla, pero no puedes decir gran cosa.
-¿Queríaf argo?
-No, sólo era para ver qué tal… Bueno, te dejo. Hasta mañana.
Estás a punto de matarla. Encima, parece que a maldita canción no acaba nunca. Intentas gritar que odias a James Blunt y a todas sus canciones, pero sólo consigues forrar tu propia boca. Cuando por fin consigues poner un poco de orden e intentas pegar el papel, te das cuenta de que ya no es adhesivo, tus babas lo han echado a perder. Y, como no puedes desaprovecharlo, después de hacer el dobladillo pones cinta adhesiva y lo arreglas.
Pasas al siguiente libro. Ciencias sociales. Este es muy grueso. Ya no sabes qué método usar, porque hagas lo que hagas acabarás estropeando un libro por el cual tus padres pagaron una millonada. Lo echas a suerte, cara o cruz. Toca hacerlo con los dientes. Quitas la radio, porque ya estás más que harta de james Blunt y su 1973, o el año que sea. Separas el plástico, y lo pegas al lomo. Empiezas otra vez con los dientes, procurando no manchar mucho el papel ni el libro. Mientras bajas, alguien toda a la puerta.
-Hola, ¿qué estás haciendo?
-¿No lo vef, hermanito eftúpido? Estoy forrando los librof, para que cuando lof tengaf que ufar tú no eften rotof, afí que máf te vale darme laf grafiaf ahora mifmo.
-Bueno, entonces procura que queden bien forrados… ¡Cuidado, que se ha arrugado!- si no fuese porque tienes las manos pegadas al papel, le estrangularías en ese mismo momento. No se libra de unos buenos insultos antes de irse a su habitación. Pero te contienes, respiras profundo varias veces, intentas relajarte mientras despegas el desastre.
Empiezas con el otro lado. Este, por una vez, te ha quedado perfecto. Sacas una enorme sonrisa de quién sabe dónde, estás feliz de que algo haya salido bien por fin. Pero todo tiene su pero, y esta vez… El “pero” es un pelo tuyo, que se ha quedado entre el plástico y el libro. Contienes a duras penas un grito de rabia, mientras das el tercer gran tirón. Quitas el pelo, y vuelves a empezar.
Obviamente, quedan burbujas. Te acuerdas de Amador, de los vendedores de libros millonarios, de tu amiga Julia a la que su madre le forra todos los libros, de tu querido hermanito, que es el responsable de que tengas que pasar por todo esto y de James Blunt y 1973. Y, agradeciéndoles a todos lo mucho que han hecho por ti durante esta tarde de septiembre, dejas a un lado los libros a medio forrar, enciendes el ordenador y pones otra vez la radio. Pero enseguida la apagas.
You’re beautiful.


PD: esta entrada la dedico (empieza a ser costumbre dedicar entradas... xD) a tod@s (aunque suele ser todas) aquellas que han forrado algun libro en su vida... jaja

PD2: este relato forma parte de lo que espero que sea una serie de relatos cortos relacionados con la vuelta al cole, mas o menos del mismo estilo humoristico.

1 comentario:

Cazadora de estrellas dijo...

¡Lauraa! Bueno, siento decirte que yo me libro de esto qeu para tí es un tormento: forrar libros. No porque me los forre mi madre, no, sino porque a parte de que no me gusta verlos forrados, los cuído muchísimo y no se me estropean ^^.
Jijiji... sólo te voy a decir una objeción. La amiga que te llama en un primcipio dices que se llama Paula, y al final, dices que se llama Julia xD, creo que ahí debe de haber algún error xD.
Me gustaría decirte más cosas, pero entre que no se me ocurren y que tengo que ir a ducharme si quiero lelgar a tiempo para ver un programa he de irme.

¡Un beso Briseidi!

*Cazadora de estrellas*