Ábrelo.
No tengas miedo y tira del manillar, abrirás un cajón de sueños, locuras, canciones, risas y lágrimas mezclados sin orden alguno...
Descubrirás mi mundo, unico e irrepetible al igual que el tuyo, un mundo lejano y cercano, normal y extraño, alegre y triste, silencioso y musical, enorme y a la vez tan pequeño que cabe en un cajón...

27/2/08

Cadeza hueca

—Cabeza. A ver, repite: ca-be-za —dijo una vez más la madre mientras se señalaba esa parte del cuerpo.

Cadeza —dijo el niño entre risas, señalándose el pie.

—No, se dice cabeza, y está aquí —sonrió, tocando la del pequeño.

¡Cadeza! ¡Cadeza! —exclamó el niño, riendo ya sin disimulos.

¿Sabes qué? Voy a contarte un cuento, ¿quieres? Seguro que te gusta, como todos los cuentos…

¡Sí! ¡Un cuento, un cuento! ¡Empieza, mamá!

Érase una vez un niño que pensaba con los pies. Se llamaba Luis.

¡Anda, como yo!

Luis era un niño muy revoltoso, porque siempre tenía que estar corriendo de un lado a otro, para poder pensar. Todos sus amigos le llamaban cabeza hueca, porque sólo pensaba en caminar y en correr… Además, sus pies olían tan mal, ¡que sólo le gustaba el queso! Su Mamá estaba cansada de comprar tanto queso, ¡no habñia nada más en la nevera!

Pero mamá… A mí no me gusta el queso, y no soy un cadeza hueca.

Bueno, hijo, ¡hay muchos Luíses en el mundo! ¿Quieres saber cómo sigue la historia?

Jo… yo pensé que la historia era mía… Bueno, sigue, porfa.

Un día, Luis fue a jugar a fútbol con sus amigos. Él era muy bueno pensando estrategias, porque…

Mamá, mamá, ¿qué son estartegias?

Estrategias, hijo, es-tra-te-gias. ¿Sabes cuando el entrenador del Barça le dice a Ronaldinho que le pase el balón a Messi para que chute y marque? Pues eso es una estrategia.

¡Muchas gracias, mamá! ¡Ya sé lo que es una estartegia! —dijo Luis entusiasmado—. Y ahora, ¡cuéntame!

Pues Luis siempre hacía de entrenador, porque se sabía todos los pases y jugadas del mundo, y se los podía enseñar a sus amigos.

¡Hala! ¡Eso es imposible!

Pues no, Luis se las sabía. Pero ese día Carlos, el único delantero de su equipo, estaba enfermo, ¡y tenían que luchar contra el equipo de Juan! ¿Qué podían hacer? ¡No podían perder! Luis decidió que él jugaría, aunque, en realidad, ¡no había jugado nunca a fútbol! Empezó el partido, y cuando a Luis le llegó el balón estaba sólo contra el portero, ¡perfecto! Le dio una patada tan fuerte, ¡que el balón se perdió en las nubes!

¡Guau! ¡Es como Superman!

No era tan fuerte, pero casi— le sonrió—. Después de eso, no marcó gol, y sus amigos se enfadaron con él. Además, los días siguientes no pudo hablar, todo lo que decía eran estupideces. Sus compañeros le llamaban cabeza hueca a partir de entonces, porque en su cabeza no había nada, pero en su pie… ¡tampoco!

¿Y no podía pensar?

¡No! Por eso, cariño, la cabeza está aquí— dijo mientras se la señalaba —, y no en el pie.

Entonces, mamá… ¿yo soy un cadeza hueca?

Como lo sigas diciendo mal, sí. Se dice cabeza.

¡No soy un cadeza hueca! ¡No soy un cadeza hueca!



¡Hola! Bueno, dejo ya el ultimo relato antes que despedirme de internet hasta el jueves o viernes que viene, que es cuando acabo los examenes... Ugh, desearia desaparecer estas semanitas, pero... va a ser que no xD
Es un relato algo estupido que escribi mientras estudiaba en la biblioteca y esta dedicado Laura Kiara, mi frikitocaya y 1ª en leerlo, aunque fuese a medias.
Pos eso, me despido ya y me voy a estudiar que hace falta xDDD
¡Besos!
Laura

PD. al mal tiempo buena cara... y a los examenes amontonados, codos resistentes XD

2 comentarios:

Ita N. dijo...

A mí no me parece un relato tan estúpido... me han rallado alguna vez las respuestas del niño, me parecen demasiado efusivas para ser realistas, pero a pesar de todo no está mal la historia... Siempre está bien saber por qué la cabeza está donde está, jejejeje...

Anónimo dijo...

Arigatou por la dedicatoria tocaya-chan *-* o presi, o como quieras que te llame x3 escribes mu bien o.o me cuesta entender algunas frases xD, kissus =3